La doctora y escritora Marisol Bartsch afirma que esta afección se soluciona en poco tiempo con una terapia integrativa y escribió un libro para explicarlo.
La traumatóloga y ortopedista puertomontina de la Universidad Austral de Valdivia, con más de 40 años de trayectoria, Marisol Bartsch, asegura haber encontrado una explicación y una solución para la fibromialgia, patología que afecta entre el 4% y 6% de la población mundial. Generalmente aparece entre los 30 y 40 años, y mayoritariamente la padecen mujeres. La Organización Mundial de la Salud (OMS) la define como “una alteración o interrupción de la estructura o función de una parte del cuerpo, con síntomas y signos característicos, cuya etiología, patogenia y pronóstico pueden ser conocidos o no”.
Se trata de un trastorno de dolores agudos o prolongados derivados de una contractura muscular, que lleva a la compresión de nervios, arterias y venas, provocando la hipersensibilidad en varios puntos del cuerpo. Esto puede ir acompañado de dolores de cabeza, fatiga y mareos, calambres, puntadas precordiales, alteración de la memoria, frío extremo, problemas digestivos, trastornos del sueño, tendinitis, entre otros. Esta complejidad de síntomas dificulta el diagnóstico en los pacientes e impide que desarrollen sus vidas con normalidad.
La comunidad médica internacional menciona que la fibromialgia no empeora con el tiempo, pero a la vez, indica que a pesar de existir un tratamiento con medicamentos, es una “enfermedad que no tiene cura” y que “se desconoce su causa”. Así lo señalan medios como la revista NIH MedlinePlus de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, por lo que es común que quienes padecen de este problema visiten a diferentes especialistas, sin poder encontrar una solución.
“No es una enfermedad, es un cuadro crónico doloroso que se puede tratar en poco tiempo con un enfoque integrativo”, señala la doctora Bartsch. La medicina integrativa comprende cualquier tipo de práctica médica que no se considere parte de la “atención tradicional”, y es cada vez más utilizada y validada en la sociedad.
Según comenta, la fibromialgia “tiene altos componentes emocionales y es el primer mensaje del subconsciente. El cuerpo habla a través de síntomas y lo hace para ayudarnos a tomar consciencia sobre una forma de pensar, actuar o una creencia que no es beneficiosa y ha llegado el momento de cambiarlo. Si no realizamos ese cambio, los mensajes continúan cada vez más severos, en este caso, pasando de los síntomas al traumatismo y finalmente a la enfermedad. Se confunde con varios síndromes dolorosos como: rotura del mango rotador, problemas del túnel carpiano, hernias de núcleo pulposo, artrosis, meniscopatía fascitis plantar, espolón calcáneo y meniscopatías”, enfatiza.
Indica además que “desde la consulta médica es importante primero develar las causas emocionales o físicas que pueden estar provocando estos síntomas. El paciente debe trabajar con el manejo de sus emociones, además de aprender a manejar su ruido mental, manteniendo su mente en el aquí y en el ahora. Desde la parte física, debe realizar ejercicios de relajación y meditación para descontracturar los músculos, realizar actividad física y optar por tratamientos medicamentosos de origen natural, aunque si el problema es muy severo, se comienza con medicamentos convencionales para pasar a los naturales.
Finalmente asegura que en su trayectoria ha descubierto que “el reposo es muy dañino, por lo que hay que evitar estar sentado o acostado y que el control médico es fundamental y debe ser entre 15 a 20 días después de iniciada la terapia”.
Como parte de la promoción de su libro, la doctora Marisol Bartsh estará entregando material y consultas gratuitas durante el mes de septiembre en su cuenta de Instagram www.instagram.com/doctoramarisolbartsch